sábado, 29 de noviembre de 2008

(An)danzas

I

Y porque hoy siento que me desgrano
me fragmento en minúsculos caminitos
bifurcándose entre desérticos porqués
mañana no vas a estar
no lo permitiré
mañana por la mañana
voy a levantarme de un salto
como una nube de arena
te picaré en los ojos
te haré llorar
y nadaré
hasta el fondo de tu boca
ensuciaré tu lengua
seré la piedra en tu zapato.


II

Y si supieras habitar en un hueco
el espacio vacío de todo y todos
si supieras ser vacío
si intentaras cartografiar la nada
rodearte de sordos siendo ciego
si pudieras enrejarte en el abismo
dejarte ir
como un no y sí absolutos
copulando
si supieras perderte
en el infierno que es delicia
y paraíso
si pudieras ser el espacio
que hace posible al círculo
yo estaría allí
para habitarte
.

III

En mi historia dulcemente turbia
mi metáfora cerrojo
mi pluma soledad alcohólica
en mi yo tan poco tibetano
creciendo
o cayendo
en este instante broma profético
mi yo tan pie de página
tan poco soldado mi apenas yo
ingle blanca
en mi tempo de guerra
escarapelas de sexo
prendidas de un canto aguado y fosforescente
-allegro
ma non troppo-
como dormir a la hora exacta.

martes, 18 de noviembre de 2008

Réquiem a un naciente



Habrá lugares
que me hablen de ti
alguna calle
que comience como tu nombre

y de mí
habrá cascaritas
que guardaré por generaciones
y generaciones
que se ajarán
silenciosamente

aún
tengo tiempo
apenas los metales irradien tu sí

tu pausa el trasluz de la voluntad
será más mío que mi propio sexo

y una nada sobre otra nada copularán

iré entrando en tu vida alojando tu muerte
en un mismo gesto
la cisterna llena se convertirá en cliché

entonces iremos a la playa los domingos
y tomaremos café espresso en las mañanas

me preocupa
pero aún
tengo tiempo

apenas mi nada
se coma tu sí
lo deshaga en la lengua como a una yema azufrada

distinguirá que detenerse
es también alejarse

y mi nada
cuerpo de vidrio
quedará

nadando en ese modo tuyo
de decir que sí.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Lluvia


Llueve son horas las que caen llueve y me pregunto
por las causas que se marchitan llueve se empecina
retumba el cielo es una pantera un índice numera
los capítulos de mi pecho no bastan elocuencias
cuando truena llora es lo mismo una paloma mutilada
sus ojos chatos mi resentimiento llueven rulos sobre hombros
aros sobre senos trópicos imantados llueve inundable la verdad
madre ciudad su orilla que se desenrosca cuando nube llora
metaesperanza de idiotas agua negra.

En la hora normal


Relamo el grano del dolor
en mi razón boca desdentada

ser pájaro es saber de esas cosas
la paz duele y desciende
a pesar de la multitud

hay lámparas que no nacen

pero aún laten mi vigilia
las espera

y a veces quisiera pedir perdón
por este desanudarme de cuerda de guitarra

mis fronteras cuelgan
como a cortinas el viento las desparrama pienso
en una auténtica desaparición

desde la yema de los dedos
mudar en sal o antimateria.

martes, 23 de septiembre de 2008

Hacia atrás el mundo




Hoy quiero sombra de olivo
tierra que se desgaje
bajo pies pequeños

pies que quemen como mediodía
saltando cercas
susurros móviles

¿cuándo crecimos, qué nos sostiene?

la luna atrapada entre dos espejos
se enciende en farolas de bulevar

y la infancia se empeña
como abrigos guardados con naftalina

ya no quiero despedirme

y demoro a las sombras en el puño
como si fueran miel que gotea

y quiero envejecer
mirando hacia atrás

el mundo entero
vendrá ondulante pájaro
se posará a beber sobre mi espalda.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Michael Furey

“No se hubiera dicho ni siquiera a sí mismo que su rostro ya no era hermoso, pero sabía que ya no era el rostro por el que Michael Furey desafió a la muerte.” James Joyce, Dublineses, 1924.

Ya no veré otra mañana
las huellas del lobo
que ha ululado en la nieve
en la noche mi voz como la suya
apenas roza las puertas

Gretta tu puerta es un templo
vacío como la luz

yo camino canto al aire
con el tiempo de los fugitivos
y atravieso el bosque los campos helados
donde todos los muertos
me acompañan en tu alabanza

Gretta quedará la victoria
de este cuerpo o el amor

la salpicadura magnífica
de lo que se extingue.

martes, 16 de septiembre de 2008


Entelequias

– Dicen algunos que la cosa no existe, don Tomás – dijo el Rufo mientras se retorcía una de las puntitas asimétricas del bigote.
– Ah... Sí, m’hijito. Algo oí...
– ¿Y usted qué piensa? – siguió el Rufo, acompañando con los dedos al rulo en su desenrulamiento.
– Bueno, m’hijo, es como lo que le pasó al primo Mario. Volvió de la guerra con una pierna menos. Y seguía diciendo que en verano le picaban los mosquitos. En la pierna, m’entendés. El problema era que no podía rascarse. Y entonces la tía Noelia le llenaba de ungüento la otra pierna, se la llenaba por dos, como quien dice, pá compensar. Pero no había caso. El Mario sufría y apretaba los dientes y hasta decía que le daban ganas de arrancarse todos los pelos del cuerpo. Para la picazón no es remedio el ungüento si uno no se rasca primero, eso se sabe. Por suerte, al final, la solución se le ocurrió a la Carlita cuando volvió de la capital. Ella estudiaba algo como... cerámica ¿te acordás? Sabía hacer de esas cosas... ¿cómo se llaman? ¡Ah! Estatuas, sí. Bueno, fue fácil. Con una rama de quebracho se las arregló para hacerle una pierna, como quien dice, y se la ataron con unos elásticos a la cintura o a la silla de ruedas, ahora ya no me acuerdo. Problema solucionado, m’hijo. El Mario se gastaba las uñas en la madera, y andaba todo el día contento, como un borracho a las siete de la tarde... Hasta pedía que lo durmieran con la pierna puesta, imagináte.

El Rufo siguió pensativo, arrufándose el bigotito. Mientras con la otra mano se sobaba la calva de la cabeza, como es natural, se quedó en silencio.

Figura y fondo

Una tacita verde como un sábado
va del plato a la boca y vuelve
y transfigura a las sillas de pino en remos
y a los tablones nudosos de la mesa en barcaza
-¿será que no hay amor sin metáforas?-
y a nosotros
en dos figuras recortadas
sobre el mar vértigo collage
lo hicimos
el té se enfrió
queríamos hablar
decididos
a decir algo que mereciera
un mondrian de gestos calculados
una sincronía de degluciones
y entre rectas perpendiculares
nos miramos
al borde de la risa
non plus ultra
en líquen aire gran pantano
mis razones
como bocas abiertas bajo la lluvia
se saciaron de tus monstruos
y después me fui
y anduve por un tiempo geométrica
refractando furias de interpretación.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Del continente

Como astillas de mica
se desgaja piel en trocitos
y un tuétano de superficies
no acaba en lo más hondo
no acaba en un siglo
sino que decanta tras el tamiz y sobrevive
canto y sombra horizonte dulcísimo
nombres que se descaman
dolor hecho fantasma
por esta vez única
cuerpo migaja
cuerpo aliento comido y bebido
perímetro que se evapora
como la visión del rayo.


Del contenido

Es necesario estar triste
añorar la greda roja de la infancia
las amapolas espesas como amargura
es necesario
que el silencio se deslice
como una postal bajo la puerta
es necesario aún más
ser extraños
sopor
levedad
entre dicha y jazz quemándose
salir a la mañana
su luto opalino
las calles descalzas
bajo el ruido mineral de los ómnibus silbantes
los paraguas que se abren
las páginas en blanco
es necesario en principio
un secreto cristalizado
en lupa para ver
adiós
alto el sol
la señal de la distancia
huele al color de los marinos
es necesario
al fin
beberse la copa llena
(torturar, sí
torturar y torturarse...)