domingo, 15 de enero de 2012


Te veo arrullándome hacia una cerca con púas
la hierba detrás, en pequeñas agujas que deletrean el insomnio del que me han salvado
no las comprendo no
íntimamente.
Después, entre la tierra y los pájaros ocurren cosas que parecen de importancia: los pájaros
no vienen a comer del comedero cuando yo
me quedo en tu casa.
Vos me contás y te creo;
ahora sé que los pájaros se ausentan en mi presencia.
Es cierto que es tarde, me despertás
porque dormí mucho más de lo debido.
No sé qué hacer con mi sueño ni
con los pájaros, quisiera que sepan que no intento
hacerles daño
que el corazón que quiero sentir latir no es el de ellos sino el mío
que no los quiero estrujar
ni sentir su palpitar entrecortado en mi mano
porque lo que debo
aunque me asuste
es sentir
de una vez
el mío.
Es cierto que me llaman esas ganas de tocar y palpar y presionar lo que vive pero
en lo más vivo de lo vivo, está el gran miedo
de matar
de que el sueño despierte incontrolable en eso soñado y casi
poseído en el instante en que la libertad
única
es morir
en la palma del que toca
para poseer lo que toca.
La culpa quizá
es la premonición de la consecuencia
de eso que haríamos con el corazón de un pájaro.
Vos me decís que soy
hermosa
y mientras abrís el alambrado
para que no me rasguñen las púas
de ese campito que alguien compró
como suyo.
Y yo en silencio me agacho y paso entre el alambre puesto ahí
para rasgar cosas vivas casi a modo
de protocolo.
Caminamos.
La sierra no tiene un nombre que me importe
pero nada amedrenta
su incendio mudo
y amablemente cruel diríase
para conmigo que trato de no notar esa voluntad de ser de la hierba
y de las cercas y de todas las demás
fronteras vivas.
Hace calor pero a tus espaldas sin que me mires me dejo
quemar
como un pájaro que no sabe
a qué distancia se desconfía.

1 comentario:

  1. Gran texto con tintes reflesivos...veo libertad en sus letras, reflejan compromiso con la naturaleza, con el entorno, con el hombre que lo invade todo.

    Como poeta, me he sentido cómodo leyendo tus letras.

    Fuerte abrazo.

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