sábado, 8 de mayo de 2010

Un nuevo convencimiento al despertar



El  cuerpo
ese infinito de nada que una caricia ciñe
con sus finísimas cánulas de vida
el cuerpo al fin
hecho por todo lo que no es
resentimiento
ni miedo
ni esperanza

este cuerpo
como una germinación que repite
en cada semilla
su identidad

yo preparo el transcurso de sus días
porque no existe otro espíritu

4 comentarios:

  1. Gran poema. Espontáneo, inmediato, urgente. Como poeta, me quedo y te leo.

    Saludos desde Cáceres

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  2. sólo a veces, las espigas que germinan se tocan por sus puntas a merced del viento y su roce es ese espíritu inaprehensible, que apenas se percibe pero que alumbra, de alguna forma, una era sin resentimiento, miedo ni esperanza.

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  3. Un suspiro en el ciclo de la estela
    y la esperanza.

    Mimí

    Para alucinar en suspiros de ideas

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  4. Una caricia, siempre, un abrazo, como único gesto salvador de esa nada que acecha.

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