martes, 4 de mayo de 2010
Cuando aparece el hombre como un alfil decapitado
¿quién duerme? ¿qué destino acecha? ¿cuántos
de los casilleros urden
su caída final?
Donde ya no pesan los relinchos
de un éramos-somos
vienen a beber las dulces aguas vergiéndose
Uno de todos va hacia el borde
Uno de todos hace ventana
y escucha al ojo en su curva
hacia el Aquí
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Aquí. Descanso y bebo en las aguas que no arrastran más preguntas. Aquí. El runrún quedó atrás. Murieron las estrategias y las pupilas se dilatan justo cuando giran la curva.
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