yo mis pensamientos acres como el frufrú de la seda
de una camisa desabrochada hasta la cintura
nadie que me diga dónde o cómo
escabullirse de esta frondosa mirada especular
que espectacularmente nos deja al descubierto
pálidos y apenas tocados por la luz
como si nuestros gestos
fueran el ojo del caballo o el agua del pozo cuando amanece
nadie que nos diga venamí venamí
porque no hay quien
ni hilo
ni parca siquiera
que haga de un destino su propósito
aún si fuera para destruirlo
Somos opacos
ResponderEliminarcomo el significado de las palabras
que se dicen con el gesto
que indica lo contrario
asustados ante el ángulo que nos muestra
cuando el que nos oculta descansa muerto
y cuando el agua que mana
de unos ojos extraños
es la nuestra
y sólo se escucha
su goteo contra el cemento
y la única ley que rige
es la gravedad
o 9,8 m/s que ahondamos exhaustos
sin que nada
nos detenga
sin que nadie
nos abrace
y nos pare.
Qué belleza. Al revés que tu nombre, me hiciste nadar en un mar repleto del agua de la poesía. Venanosotros!
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarNo sé que decir, resumiendo:
Me gusta todo de esta entrada. Y pasando a otras cosas, hasta el fondo del blog.
Un saludo.
Yavavení... Que buena foto!
ResponderEliminarYavino, yavino(je)la foto es de graciela iturbide
ResponderEliminarLa soledad al desnudo, el amargor de la vida. Bella ilustración, hermosos y agudos versos. Saludos
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