martes, 10 de noviembre de 2009

La pared de lo común




Cuando ya no te codicio
hermoso como el sonido te acercás
siempre y nunca lo suficiente

ahora que en las líneas de mis manos
la mentira crepitante
exprime el zumo de la desnudez

mi cuerpo está
abierto
para / por / según
vos

mi cuerpo una lamparita
de larga vida
y bajo consumo

atenta y
fructífera

- aunque la indolencia del amor
nos equivoca -

3 comentarios:

  1. me gusta la luz que hay en tu blog.



    sisisisi



    acabo de llegar, me sumerjo.

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  2. I.Nikolayevich: me alegra que le guste. Y más si detenta un homónimo de Tolstoi en su nombre! Me estuve paseando por su blog. Qué suerte que soy mayorcita. Muy procaz, sagaz, mordaz lo suyo. Un placer leerle!! (en el vasto y hasta perversito sentido de la palabra, se entiende). Leyó a Apollinaire? es muy bueno en sus relatos eróticos.

    Anónimoeruditoenfotogramas: sí. Es la noche. Y bueno, a diferencia de Giovanni, no creo ni descreo. La ontología es otra: siento. Gracias por los links. Ahí fue otro desvarío a propósito del "Deserto rosso".
    Saludos.

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  3. Tu cuerpo como una lamparita de larga vida y bajo consumo, atenta y fructífera... aunque la indolencia del amor nos equivoca.
    Hermoso, deja un largo sabor este poema.

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